Hace un año salimos de ese bar en el que lo habíamos estado tramando todo, y decidimos dar el paso de anunciar que en el Valle del Kas se estaba cocinando algo. Fascinados con los fanzines que caían en nuestras manos cada vez que visitábamos estadios más allá de nuestras fronteras, y convencidos de que lo que vivíamos cuando entrábamos en un estadio, llamados solo por la curiosidad de vivir su grada, era algo que compartíamos con cientos de personas.
Hace doce meses anunciábamos el nacimiento de Detrás de la Portería, y desde entonces nos hemos enfrentado a problemas que no esperábamos, a los nervios de sacar un proyecto adelante a veces improvisando, pero, principalmente, a la satisfacción de haber recorrido miles de kilómetros buscando aquello que hace de nuestras vidas algo especial y que poca gente conoce a lo largo de su existencia: la mentalidad ultra.
Una cultura en constante evolución, con miles de manifestaciones diferentes y expresiones difíciles de comprender para quien ha crecido en otra grada. Tantas historias diferentes, en tantas ciudades y tantos estadios, pero que nos han dejado ver cómo, al final, detrás de todo ello, estamos siempre los mismos: los ultras. Las mismas miradas, la misma emoción, el mismo orgullo al colgar una pancarta.
Este proyecto nos da más de lo que nosotros podemos darle y daros. Nos alegra saber que nuestro fanzine se espera con ansia en estadios de todo el Estado y de otros lugares de Europa, pero más nos alegra saber que lo que hemos vivido en estos doce meses, es solo el principio.
LARGA VIDA A DETRÁS DE LA PORTERÍA.
LARGA VIDA A LOS ULTRAS.