NI TU SENSE NOLTROS, NI NOLTROS SENSE TU

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El 12 de enero el Atlètic Balears se enfrentaba en casa al Langreo. Ese día se homenajeaba, tanto en el césped como en la grada, a Xavier Delgado, uno de los aficionados más activos del equipo balearico. Iba a ser su último partido. Tan solo tres días después llegaba la noticia de su fallecimiento. A muchos se nos heló la sangre. Xavi era un histórico. Una referencia para mucha gente, como se pudo ver en las reacciones a su muerte.


De la familia de su madre heredó el sentimiento por el Atlétic. Creció a escasos metros del lugar donde se levantaba el primer estadio del club, en un barrio, su barrio, de tradición balearica.


Aun así, quiso aportar su granito de arena, siendo un chaval, a un proyecto en el que creía, como fue Tramuntana Reds, grupo creado en la temporada 95/96 en el Gold Nord del Lluis Sitjar y que solo duró aquella temporada, en la que su objetivo fue hacer de contrapeso a Ultras Mallorca, vanguardia de la violencia fascista en la isla por aquél entonces.


Fue parte de la Peña Mujika, desde la isla, alrededor del cambio de milenio, pero fue perdiendo paulatinamente el contacto con las gradas, siempre entregado a su compromiso político.


Eso no le impidió vivir el regreso a la Tercera División del Atlètic Balears en 2006, tras su ascenso desde Preferente Balear, momento en el que, junto a una nueva generación de chavales, decidieron formar un grupo de animación en un terreno que estaba aún por trabajar,  como eran las gradas del Estadi Balear. Había nacido Revolta Blanc-i-blava, de la que Xavi, entre otros motivos por su mayor edad y su trayectoria, iba a ser una de las cabezas más visibles, entre otras cosas en el trato con la directiva del club, que solía buscarle a él cada vez que el grupo se desmadraba en algún partido. Esa visibilidad también le ponía en el punto de mira de la represión, que acabaría poniendo fin a la trayectoria de Revolta tan solo seis años después de su fundación.


Pero no había pasado ni media temporada cuando alguien fue, otra vez, en busca de Xavi. La directiva que en 2013 tenía el Atlètic Balears le pidió que, por favor, ayudase a volver a traer ambiente a la grada, que se había quedado en silencio con el final de Revolta, y atravesaba una situación difícil con el exilio de Magalluf. De este modo nacía Fanatiks, un foco juvenil y de animación para el Atlètic Balears. Nació con un carácter distinto a Revolta Blanc-i-blava. Más popular y menos macarra, pero con unos principios claros y firmes contra el racismo y contra el fútbol negocio, intentando aglutinar a la parte más activa de la afición baleárica.


A este grupo dedicó los últimos seis años de su vida, casi sin descanso. Siempre buscando desarrollarlo y hacer de ello algo de lo que estar orgulloso. Fanatiks tiene el honor de ser, si no el único, uno de los pocos grupos que tienen una figura femenina en su logo. “¿Por qué todos los grupos tienen un machote mazado? Fanatiks es rebelde, y tiene que demostrarlo. Necesitábamos una figura femenina, rebelde y de la tierra. Nada mejor que una bruja”.


Alrededor del grupo y del equipo han crecido sus hijos, que han aprendido de su padre a seguir a su equipo tanto en casa como lejos de ella. En el último gran viaje que tuvo el grupo, en una promoción de ascenso, Fanatiks fue atacado por el grupo local, y Xavi, con cuarenta y cinco años, no dudo en dar un paso al frente para defender a su grupo, a su equipo y a su familia. Igual que supo dar pasos al frente, supo darlos a los lados, y sin dejar de estar presente, supo dejar a los jóvenes coger las riendas del grupo cuando llegó el momento.


Su último viaje fue esta misma temporada, a Ibiza, a donde, una vez más, le acompañó su familia.